viernes, 31 de agosto de 2012

Apuntes de historia de Málaga

Vista desde Gifralfaro

Dentro de nuestro interés porque el encuentro de poetas andaluces de ahora sea una verdadera convergencia entre poetas y su entorno urbanístico, en la ciudad de Málaga que nos acoge, he preparado esas breves reseñas históricas para ofreceros la posibilidad de conocer aún más a esta ciudad que nos abre sus puertas y se nos ofrece toda para que la fusión y la amistad sea un garante de una excelente proyección en el mundo de la poesía. Se dejará inseminar por tanto poeta para que florezca en ella la flor de la poesía y haga de sus hijos unos amantes de tan bello arte.

Os esperamos ilusionados y dedicamos nuestro tiempo y pensamiento a procurar que todo resulte perfecto contando con vuestro apoyo.

Vista nocturna desde Gibralfaro
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Historia Antigua de Málaga.
(Texto extraído de Internet: http://www.malagahistoria.com/index.htm y otros)

Los orígenes de la ciudad son oscuros y hay que pensar en una larga evolución local, tal vez a partir de la cultura megalítica de la Edad del Bronce, cuando ya todo el Sur parece tener homogeneidad cultural, favoreciendo el progreso hacia la cultura urbana los aportes colonizadores de los fenicios, de los que se conocen diversos establecimientos por toda la costa andaluza.

Reino de Tartesos.
Siglo (-VIII) Antiguo reino del Sur de la Península Ibérica, latín: (Tartessus) fue el nombre por el que los griegos conocían a la primera civilización de Occidente.
Heredera de la cultura megalítica del suroeste ibérico, que se desarrolló supuestamente en el triángulo formado por las actuales provincias de Huelva, Sevilla, Málaga y Cádiz, en la costa suroeste de la península Ibérica, aunque las costas, abiertas al mundo colonizador oriental, vivieron algo al margen.

Influencia Fenicia.
En el siglo VIII A.C., los fenicios fundaron Malaka, origen de la actual ciudad de Málaga, se encontraron con otros pobladores más antiguos, gente de sangre íbera, en un estado cultural inferior al suyo, con los que acabaron mezclándose. Los fenicios desarrollaron el comercio, introdujeron el aceite de oliva, las técnicas de salazones, fundición de metales, acuñación de monedas, etc.
Construyeron un fondeadero, embrión del actual puerto de la ciudad, posiblemente la primera obra pública del municipio.

Los testimonios fenicios que perduran en Málaga son entre otros: cerro del Villar (próximo a la desembocadura del río Guadalhorce, la muralla fenicia, (en el entorno de S. Agustín y en los bajos del edificio del Rectorado).

Influencia Helénica.
Al llegar al poder en el Reino de Tartesos, Argantonio de herodoto, monarca filohelénico famoso por su longevidad, que se estima reinó de –635 a –545, ofreció a los focenses (naturales de Grecia) establecerse en su territorio, tal vez para sustraerse a la cada vez mayor influencia de los fenicios, atraídos por la riqueza en minerales del reino. Los focenses no aceptaron, aunque es posible que fundaran en el litoral malagueño junto a la desembocadura del río Vélez (donde se han encontrado vestigios de una ciudad prerromana) la colonia Mainake, antes del año -600 y fue la más occidental de las colonias griegas, desde donde apoyaban su comercio, que desaparecería pronto. Los helenos debieron llegar hasta Malaka, como lo indica el nombre de Faros que lleva el monte - Gibralfaro-.

Influencia cartaginesa.
A partir de entonces, la influencia de los cartagineses puso fin al Reino de Tartesos, que dejó el Mediterráneo Occidental al predominio cartaginés. Con motivo del crecimiento urbano de la ciudad de Málaga, por la zona de Poniente, se ha conformado recientemente una moderna barriada, cuyo nombre alegórico es Mainake. Ocupación del Reino de Tartesos por los cartagineses. - En el año -535 mediante la batalla de Alalia (Córcega), los cartagineses obtuvieron el dominio sobre el Mediterráneo occidental y con ello finalizaron los viajes de los focenses, y los cartagineses tuvieron franco el camino que conducía a los tesoros de Tartesos. Estos nuevos visitantes no venían sólo como comerciantes, sino que como conquistadores codiciosos destruyeron totalmente Tartesos y Mainake. Esto sucedió hacia el año -500, y Cartago se convirtió, tanto en la tierra como en el mar, en la heredera del poderío de Tartesos, dueña del Mediterráneo occidental y del océano, y el estrecho quedó cerrado desde el año -500 para todo navegante extranjero.

Aparte de la destrucción y expolio practicado por los cartagineses, no existe en el litoral malagueño constancia fehaciente de restos arqueológicos correspondientes a este pueblo como tales. No obstante, al ser los cartagineses originarios de Fenicia, es posible que parte de los restos arqueológicos catalogados de púnicos, correspondan a los invasores provenientes de Cartago.

Vista imaginaria en tiempos de Roma
Dominación romana.
En el año –206 los romanos ocupan el antiguo Reino de Tartesos y expulsan a los Cartagineses. El desarrollo de la vida urbana, con sus elementos característicos de la cultura, la administración o el derecho, por un lado, y las obras públicas, lugares de esparcimiento y recreo comunitario, por otro, llevaron a la sociedad indígena a una transformación social política, económica y cultural que se conoce por romanización.

Las ciudades de la costa sur-oriental, de origen y fundación púnica, como Malaka, habían permanecido al margen de la lucha que los pueblos ibéricos venían manteniendo frente a los colonizadores romanos. Esta actitud le valió una consideración jurídica como ciudad federada con Roma. Este privilegio no se concedía más que en premio a destacados servicios y en virtud la ciudad federada constituía una pequeña república, disfrutaba de autonomía, de leyes y magistrados propios, era cabecera de una división territorial y es posible que gozara de exención tributaria. Una de las obligaciones más relevantes de la ciudad para con la República romana la constituía la contribución con hombres a las legiones en caso de exigirlo aquélla. En el año 81 Roma promulga la Lex Flavia Malacitana otorgando a Malaka el ordenamiento jurídico propio de una ciudad romana. En el aspecto urbanístico la ciudad romana fue, en gran parte, una continuación de la ciudad púnica. El puerto, que alcanzó gran importancia comercial, estaría situado entre la Aduana y la Coracha y sobre él estarían las instalaciones industriales para la salazón de pescado.

La zona más importante de la ciudad se asentaría sobre la colina donde más tarde se construyó la Alcazaba árabe. En esta zona había un templo, un arco de triunfo y un teatro, cuyos restos fueron descubiertos en el año 1951. Estrabón, que escribió su Geografía en el siglo primero de nuestra era , dice de Malaka que era una ciudad cercana a una región selvosa. Parece cierto que el arco montañoso que rodea la ciudad era todo él un bosque de alcornocales y encinas. El matorral protegía la erosión y el río de la ciudad presentaba un cauce bien definido por el que circulaba agua permanentemente, de la que se abastecía la población.

Vista actual del teatro romano y la alcazaba

Fin de la dominación romana, bárbaros y visigodos.
Tras el debilitamiento del Imperio romano, en el año 402, suevos, vándalos y alanos invaden la Península Ibérica. En el año 476 el Imperio Romano ha caído. En este contexto, Málaga y su provincia, que aunque habían perdido en gran parte la riqueza y el esplendor que alcanzaron con los romanos, mantenían una cierta prosperidad, sufrieron la destrucción de muchos de sus más importantes municipios, como Nescania, Singilia y Acinipo, que no se reconstruyeron ni poblaron después, siendo probable que incluso el viejo puente romano también fuese arrasado.

No podemos olvidar su etapa bizantina, ya que Justiniano I la conquistó para su imperio en 552. Pero el rey visigodo Sisebuto la saquea y conquista en 615, permaneciendo en ella el comercio bizantino hasta el 624 en tiempos de Suintila (rey visigodo) y del emperador Heraclio, hasta que Bizancio deja sus establecimientos en la ciudad.

Vista hipotética desde Gibralfaro  de la Málaga musulmana


Medioevo. Dominio musulmán

Los invasores africanos formaron una cora o provincia que abarcaba sensiblemente el actual territorio provincial malagueño, excepto Ronda y Campillos, e integraba, por la parte oriental, algo de la provincia de Granada. Dieron a esta cora el nombre de Rayya, de discutida etimología, y aunque alguna vez lo aplicaron también a la ciudad, generalmente a ésta le mantuvieron el nombre y pronunciación antiguos, Malaka, o bien Malica y Malicha.

Los musulmanes, no obstante, no mantuvieron en ella la capital del distrito, que ostentaban bajo los visigodos, sino que, por razones probablemente estratégicas, la establecieron en Archidona, aunque antes del siglo XI recuperó la capitalidad. Fue residencia de los wallíes o gobernadores, que tuvieron importante protagonismo y poder.

Málaga, es rodeada por un recinto amurallado provisto de cinco grandes puertas y con gran cantidad de de arrabales y barrios asimismo amurallados, dentro de los que evolucionaban los adarves, salpicados de huertas a orillas delWad-al-Medina, y cruzada de este a oeste por una vía que comunicaba al puerto y la fortaleza con el interior del recinto amurallado; junto al recinto, se asentaban los barrios de comerciantes genoveses y las juderías, de forma independiente del resto de la ciudad.

Mezquita mayor, donde se ubica la actual catedral
Tras la división en taifas llegó a ser capital de la taifa hammudí. Del urbanismo de ésta época, quedan trazas en el centro histórico y en dos de sus principales monumentos: La Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, además de un doble amurallamiento: la Coracha. Tras ello, el Califato de Córdoba se divide en casi una cuarentena de Reinos de Taifas.

En esta época Málaga fue la capital de su propio reino, Rayya, independiente con la excepción de los intervalos de 1026-1058 (conquistado por Granada), 1073-1090 (bajo dominio almorávide), 1145-1153 (bajo dominio almohade). Es el año 1089 cuando los almorávides son llamados por los Reinos de Taifas para solucionar problemas rivales, quedándose en Al-Andalus y arrebatando el domino a los regentes musulmanes. En ésta época, contaba Málaga con dos arrabales fuera de las murallas y un comercio que poseía un discreto radio de acción con Marruecos. La ciudad contaba con una clase media dedicada a la artesanía y al comercio regulada por el tratado del buen gobierno del zoco, redactado por el malagueño Al-Sagasti. Hasta 1143 no son expulsados de Málaga, donde, años más tarde, gobernaría Ibn Hud (hasta 1238) ferviente anti almohade. A la muerte de Hud, se ofrece la ciudad al rey de Granada Mohamed I, formando parte del reino nazarí hasta finales del siglo XV.

Atarazanas, actual puerta del mercado central
En esta época, vivían en Málaga unas 15.000 personas. En su conjunto, la población islamo-malagueña se atuvo a la ortodoxia religiosa más estricta bajo la tutela de los alfaquíes. Ortodoxia que respondía más a las normas de comportamiento social. La población no musulmana constaba de una importante minoría judaica mientras que la presencia de cristianos se reducía a los cautivos apresados en hechos bélicos, forzados a trabajar en las Atarazanas, dónde se construían navíos ligeros para la vigilancia ribereña y el corso además de una pequeña colonia de comerciantes extranjeros. En la Alcazaba residía el gobernador de la ciudad, a menudo un príncipe nazarí, como delegado del sultán, rodeado de secretarios y juristas.

Sería, pues, Málaga una ciudad ceñida por una muralla jalonada de torres, con su foso y sus puertas, grandes y cubiertas de adornos. La alcazaba era de sólida fábrica y sus puertas bien seguras. Puentes salvaban el río. Era una ciudad completamente inexpugnable.

Plano de la Málaga de 1487

LA CONQUISTA DE MÁLAGA POR LOS REYES CATÓLICOS

La conquista del reino de Granada comienza con la toma de Alhama por los cristianos en febrero de 1482. A los pocos meses, Muley Hacen se refugia en Málaga al ser destronado por su hijo Boabdil con el apoyo de los abencerrajes que habían regresado del exilio.

Durante la Reconquista los árabes construyeron gran cantidad de torres de defensa para la ciudad; así, al oeste Torremolinos, al norte Puerto de la Torre (antiguo camino a Antequera), al noroeste las 11 torres de Alhaurín de la Torre (de las que no quedan restos) y la torre de Alhaurín el Grande y al este la de Torre de Benagalbón. 

La conquista de la ciudad de Málaga por los Reyes Católicos en agosto de 1487 supuso un episodio sangriento en la guerra final por la conquista del Reino de Granada. Después de un largo asedio cortando las entradas de agua y víveres a la ciudad, desde el 5 de mayo al 18 de agosto, el poderoso ejército castellano formado por 12.000 jinetes, 25.000 infantes y 8.000 soldados más de apoyo, logró tomar la ciudad defendida por 15.000 gomeres africanos y guerreros malagueños.

La conquista de Málaga supuso un durísimo y definitivo golpe para el reino nazarí de Granada que perdía así su principal puerta marítima. En Málaga, el asedio empieza el 5 de mayo de 1487, resistiendo las tropas nasiríes hasta el mes agosto, cuando sólo resisten la Alcazaba (bajo el mando de Ali Dordux) y el castillo alcázar de Gibralfaro (bajo mando de Hamet el Zegrí y Alí Derbal). El 18 de agosto, Ali Dordux, después de negociar su estatuto como mudéjar, rinde la Alcazaba, pero Gibralfaro tendrá que ser tomado al asalto, y sus defensores serán vendidos como esclavos, mientras Hamet el Zegrí es ejecutado.

El rey Fernando de Aragón decidió aplicar un castigo excepcional y se negó a conceder una capitulación honrosa para los vencidos. Excepto el grupo del mercader Alí Dordux que rindió la ciudad a espaldas del arraez Hamad al Tagrí o El Zegrí que resistiría en el castillo de Gibralfaro unos días más, los 15.000 supervivientes fueron convertidos en esclavos. Entre 5.000 y 6.000 cristianos repoblaron la provincia (1.000 la capital). En un primer momento se levantaron cuatro parroquias en la capital: las iglesias; del Sagrario, dedicada a San Pedro, fundada en 1488 y reconstruida en el siglo XVIII, San Juan, Santiago y Santos Mártires.

Tras la conquista de Málaga, en Agosto de 1487, se produjo una adaptación paulatina de la estructura urbana de la ciudad musulmana a la nueva situación. Los bienes raíces de los vencidos, que fueron repartidos al clero y a la nobleza, sirvieron de solares donde se levantaron un buen número de conventos, ermitas y santuarios, edificios públicos civiles, tales como los hospitales de San Juan de Dios, San Julián y Santo Tomás; la alhóndiga, la casa del Cabildo, etc.
Málaga 1572

Málaga edad Moderna

A partir de entonces, una vez incorporada a la corona de Castilla, su extensión no solo fue creciendo en forma de estrella y en función de los conventos fuera del área histórica, sino que, intramuros, fue adaptándose a las necesidades de su nueva situación castellana y cristiana.

En 1585, Felipe II ordena un nuevo estudio del Puerto de Málaga construyéndose un nuevo dique en 1588, en la zona de levante, junto a La Coracha. En los dos siglos siguientes el Puerto se fue prolongando tanto a poniente como a levante. El edificio de la Aduana comenzó a construirse en 1791, y las obras no concluyeron hasta 1842.

En el siglo XVII, el vino y las pasas eran los productos que ocupaban la preeminencia de las exportaciones malagueñas y, por tanto, constituían la principal fuente de ingresos. En el ramo textil destacaba la seda, muy ligada a los moriscos.

Socialmente el estamento aristocrático se vio incrementado por los procesos de "refeudalización" producido por la venta de señoríos, a la vez que acaparaba los altos cargos con la implantación de la nobleza. La Plaza Mayor (Plaza de la Constitución), fue la primera intervención importante que se efectuó en Málaga tras la toma por los Reyes Católicos.

Entre las clases marginales destacaba la formación de bolsas de pobreza en los barrios periféricos. El arco selvático que rodeaba Málaga fue decreciendo por la tala masiva que en este periodo se produjo, se roturaron las tierras y el cultivo de la vid sustituyó a encinares y alcornocales, quedando la ciudad desprotegida de los aluviones. El Puerto, autentico motor de desarrollo económico de la ciudad, experimenta su primera intervención importante en el siglo XVII, para continuar ampliándose durante el siglo XVIII y XIX. Intervenciones que permanecen hasta finales del siglo XX, época en la que se acomete la ampliación del muelle de Levante y la renovación de las infraestructuras. Con el reinado de Carlos III, Málaga también se beneficia de su programa de modernización. Se funda el Montepío de Viñeros y la Sociedad Económica de amigos del País. Se expulsa y desamortiza la orden de los Jesuitas y se afrontan importantes obras de infraestructura como la creación de La Alameda, el nuevo espacio de representación de esa Málaga moderna e ilustrada.

Málaga siglo XIX
Málaga, siglo XIX

Entre 1814 y 1820, Fernado VII, restauró el absolutismo, derogando la Constitución de Cádiz y persiguiendo a los liberales, entre ellos Torrijos y Uriarte y Mariana Pineda. José María Torrijos, el general liberal que protagonizó el último intento por derrocar al régimen absolutista de Fernando VII en 1831, estableció en Málaga su campo de operaciones. Así, desde su desembarco en la playa de El Charcón, en La Cala de Mijas, hasta el mismo momento de su ejecución en la playa de San Andrés, intentó liberar a la ciudad e impregnarla de sus ideas, acompañado de 48 liberales. Aquella intentona golpista ha quedado en el recuerdo de la ciudad y más tarde enterrados bajo el obelisco en su honor en la Plaza de la Merced.

Fusilamiento del general Torrijos
Málaga fue una ciudad pionera en la península con el inicio de la Revolución Industrial, llegando a ser la primera ciudad industrial de España, y a mantener después el segundo puesto tras Barcelona durante años, conocida como la ciudad de las chimeneas. Será ésta la época de las grandes familias burguesas malagueñas, algunas de ellas con influencia en la política nacional. Sobresalen la familia Larios, el político Cánovas del Castillo, el industrial Manuel Agustín Heredia, los Loring, el Marqués de Salamanca, etc. El paisaje urbano empieza a configurarse influenciado por la actividad industrial, mientras que en el otro extremo de la ciudad empiezan a aparecer villas y hoteles. A partir de 1834 la industria siderúrgica de Manuel Agustín Heredia, la Constancia, entra en una fase de gran actividad, y este sector en Málaga las llevaría a situarse a la cabeza de la producción nacional de hierro

De 1860 a 1865 las comunicaciones sufren una gran revolución, se construyeron las líneas férreas de Málaga a Álora, Cártama y Córdoba, que enlaza la ciudad con el resto de España, y a finales de siglo es cuando se pone en marcha el tranvía.

En 1868, el pronunciamiento militar, que puso fin al reinado de Isabel II de España y al régimen moderado, abrió una breve etapa de gobiernos democráticos que se extendió hasta 1874. La vida política malagueña durante el sexenio democrático (1868-1874) se caracterizó por un tono radical y extremista.  El Cantón de Málaga fue proclamado el 22 de julio de 1873, tras el levantamiento de las milicias del dirigente local Eduardo Carvajal. Éstas tomaron las calles la noche del 21 de julio y obligaron a la excarcelación de sus compañeros detenidos con anterioridad. Al día siguiente un telegrama del gobernador civil, Francisco Sorlier, anuncia la proclamación del Cantón Federal Malagueño Independiente. Durante los días siguientes se sucedieron enfrentamientos entre facciones hasta que las tropas del General Pavía entraron en la ciudad, poniendo fin al cantón malagueño el 19 de septiembre de 1873. El Cantón de Málaga fue el segundo de más larga duración tras el Cantón de Cartagena.

Por otro lado, los monasterios no eran solamente centros religiosos, sino que además eran lugares donde se concentraba la cultura e incluso, en algunos casos, cierto poder político. Por ello los conventos malagueños actuaron como polos de atracción del desarrollo urbanístico, configurándose, a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, un crecimiento en estrella hacia los cuatro conventos periféricos, que se completaría alrededor de los tres más próximos a la muralla. Se formaron de esta manera los barrios de la Victoria, Capuchinos y la Trinidad, y sobre el Perchel se hicieron obras de mejora y ampliación, quedando diseñada la que iba a ser la ciudad del otro lado del río.

La Alameda malagueña se inauguró en el año 1785, aprovechándose para ello los terrenos resultantes de la retirada de las aguas del mar. En los últimos años del siglo XVIII se inicia en Málaga una serie de mejoras urbanísticas que no se verían realizadas hasta los primeros años del XIX y que fueron hitos fundamentales, junto con la Alameda, para la delineación de la ciudad del ochocientos: se inician las obras de la nueva Aduana y la plaza de la Merced; se forman las calles Álamos y Carretería, siguiendo el antiguo foso de la muralla; en la calle Guardas, después, Compañía, se levantaron el Parador de San Rafael y la Casa del Consulado; se terminó la torre de la Catedral y se suspendieron, hasta hoy, los trabajos en la otra; se construyó la plaza del Obispo y el Palacio Episcopal, etc.

La desamortización de Mendizábal en 1836 dio un nuevo empujón a la modernización de la ciudad. La proliferación de conventos y otras propiedades eclesiásticas había sido tal desde la conquista que, al finalizar el siglo XVIII, la cuarta parte de las propiedades urbanas, limitadas por las antiguas murallas, pertenecía a órdenes religiosas o fundaciones afines. Con la desamortización se derribaron muchos de estos inmuebles y en su lugar se levantaron nuevos edificios o se abrieron calles o plazas.

La calle del Marqués de Larios se abrió en el período 1880-1891, bajo la dirección del arquitecto Eduardo Strachan. Vino a complementar a la calle Nueva, trazada tras la conquista, pero ya insuficiente. Es un particular, Manuel Domingo Larios, quien acomete la empresa, para lo cual compra las casas necesarias y realiza por su cuenta tanto la infraestructura como los edificios. Se abrió un paseo y se crearon barrios residenciales de gran belleza y calidad: La Caleta, el Limonar y Miramar, con sus hermosas villas, sus jardines y sus paseos, llegan a ser conocidos y quedan asociados a Málaga como algo muy representativo de su urbanismo. El tercer hecho a destacar es la construcción del Parque, urbanizando los terrenos ganados al mar. Este proyecto se concibió como prolongación de la Alameda hacia Levante, unión que no se materializaría hasta mediados de nuestro siglo, por impedirlo unas casas que existían en la Acera de la Marina.

Fachada principal de la catedral
Se produjo, pues, una transformación completa de la ciudad medieval en la Málaga moderna, que se ha mantenido prácticamente hasta la mediación del siglo actual, y que responde a unos condicionantes económicos conocidos; una agricultura fuerte, basada en el cultivo de la vid, que proporcionaba vinos y pasas para la exportación, beneficiada con la apertura del comercio libre con América en 1778.

El desarrollo industrial alcanzado en la primera mitad del siglo había sido importante. Hacia 1850 Málaga era la segunda provincia industrial de España, después de Barcelona. Los sectores siderúrgico y textil habían generado a su alrededor gran número de pequeñas industrias auxiliares: fábricas de jabón, de curtidos, de pintura, de cerveza, de salazones, serrerías de madera, alfarerías, tejares, etc.


Catedral desde C/. Cister

 Málaga en el siglo XX

La agricultura y el comercio se consolidan como sectores dominantes, en defecto del sector industrial. Todo ello, en el seno de una sociedad atrasada y escasamente alfabetizada, en la que una reducida oligarquía desempeña el papel hegemónico mediante el poder económico y político.

Catedral iluminada
Aunque la ciudad cuenta con un comercio digno de tenerse en cuenta, no tiene ni mucho ni menos aquel brillo mercantil que le dio forma a fines del S. XVIII y casi todo el S. XIX. A comienzos del XX la enseñanza primaria y la secundaria es insignificante y la universitaria no existe en Málaga, está plagada de déficits: faltan edificios escolares, puestos y maestros. A principios de siglo hay cambios importantes en Málaga como son la circulación de tranvías en la ciudad y la puesta en funcionamiento de la Hidroeléctrica del Chorro, que surte de energía eléctrica.

Catedral iluminada
13 de Octubre de 1907. Real Orden que encomendaba a la recién creada división Hidráulica del Sur de España el estudio de un plan de defensa contra las inundaciones: Construcción de la presa del Agujero y repoblación de la cuenca del río Guadalmedina. La noche del 23 de septiembre de 1907 las campanas de la Catedral de Málaga, sí que golpearon fuertemente sus bronces, para advertir el vecindario que el río Guadalmedina traía tan enorme crecida que había desbordado los paredones y empezaba a inundar las partes bajas de la ciudad y los barrios del Perchel y la Trinidad. 1901, 1902, 1905 y 1907 también fueron años de riadas.

Fuente de las tres gracias
Algunos hitos.
1919: Inauguración de la primera línea aérea de pasajeros.
1919: Inauguración de la actual Casa Consistorial, en el Paseo del Parque.
1922: Se declara un incendio en el edificio de la Aduana, setenta personas murieron en el siniestro.
1937 Guerra Civil española: Málaga es ocupada por las divisiones italianas, aliadas del ejercito sublevado, parte de la población huye en dirección a Almería. La Guerra Civil duró aquí siete meses pero fue el acontecimiento histórico que marcó a muchas generaciones de malagueños. La población civil malagueña sufrió la guerra con la cruel represión ejercida por ambos bandos, el hambre, los bombardeos, el rencor... En torno a 17.000 malagueños fueron fusilados por los vencedores y enterrados en fosas comunes.
1961: Desaparecen los tranvías en Málaga, siendo sustituidos por “modernos autobuses”. La ciudad vivió una expansión por el turismo extranjero hacia la Costa del Sol haciendo un boom en su economía en la década de 1960, apoyado por la emigración masiva hacia el norte de España, y los países del norte de Europa.
Rectorado de la universidad

1972. Fundación de la Universidad de Málaga (UMA),
1988.- La barriada de Torremolinos se declara municipio.
2003. Inauguran el Museo Picasso Málaga, ubicado en el Palacio de Buenavista, (calle San Agustín). En las obras de acondicionamiento afloraron restos arqueológicos fenicios y romanos.

Estación del AVE
Simultáneamente, en la ciudad se llevan a cabo los siguientes trabajos: Ampliación y modernización de las instalaciones aeroportuarias. Ampliación y modernización del puerto marítimo. Soterramiento de la red ferroviaria, en el tramo urbano. Adaptación de la red ferroviaria para el tránsito de unidades de Alta Velocidad. Modernización de la terminal de ferrocarriles. Ronda para el acceso al litoral desde el interior. Ampliación del dique de levante en el puerto, etc.

Ornamentación del puerto
Recordatorio.
Desde sus primeros inicios como núcleo urbano fundado por los fenicios, su posterior estatus de ciudad confederada de Roma o su prosperidad de enclave árabe, la ciudad de Málaga se ha caracterizado por su facilidad para asimilar y hacer suyas culturas y civilizaciones de muy variado origen.


Plaza de la Constitución
Esa capacidad para la permeabilidad y la convivencia ha forjado una idiosincrasia particular de ciudad abierta, tolerante y cosmopolita, que ha sabido conservar con el paso del tiempo. Y que la ha llevado, en momentos claves de su historia, a ser ejemplo de dinamismo económico y social. De lo que es una muestra reciente el papel desempeñado en los albores del siglo XIX como ciudad abanderada de las libertades constitucionales y como ciudad en vanguardia de las iniciativas empresariales de carácter industrial y comercial. Hasta llegar a la historia mas reciente, en la que encontramos nuevamente una ciudad dinámica, en los primeros lugares de crecimiento económico dentro del conjunto de la sociedad andaluza y española.
El cenachero

La farola


Ayuntamiento y Alcazaba

Espero que las fotos sean de vuestro agrado al igual que los apuntes de historia. Os esperamos

7 comentarios:

Paco Velázquez dijo...

Gracias por esta reseña histórica, interesante.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Excelente información, que con vuestro permiso invito a complementar con mi crónica del Encuentro que tuvimos en esa ciudad un grupo de amigos del foro literario “El Recreo” hará en septiembre 5 años.
http://ellugardejuan.blogspot.com.es/2007/09/la-quedada-en-mlaga.html

En esta otra página encontraréis más datos sobre el origen de Málaga y algunas fotos de ese inolvidable encuentro
http://ellugardejuan.blogspot.com.es/2007/09/cita-en-mlaga-con-amigos-de-el-recreo.html
Espero que os guste. Abrazos.

Antonio dijo...

Gracias a ti, Paco, por tu interés. Espero saludarte personalmente dentro de poco. Un abrazo

Antonio dijo...

Juan, tú, por los años que pasaste aquí, conoces la ciudad y parte de su historia, por lo que cualquier información adicional es bien recibida.
Abrazos

Isolda Wagner dijo...

1Qué buen embajador y anfitrión eres, Antonio!
Un beso y enhorabuena.

Antonio dijo...

Gracias, Isolda, eres muy amable.
Un beso

Isabel Gil Jiménez dijo...

Completísima información, bellas fotografías, compañero.
Ya hay 63 participantes, espero dos más y cierro.
Un abrazo